​¿Qué es equinoterapia?
¿Para quién es la equinoterapia?

La equinoterapia es un método terapéutico integral que utiliza al caballo y su entorno como medio para el desarrollo físico, la rehabilitación, integración sensorial, emocional y social de personas de todas las edades. 

La equinoterapia puede ser para todos, desde niños a adultos, para personas con discapacidad y sin discapacidad. La equinoterapia es una gran manera de introducir a un niño al mundo de los caballos para que desarrollen las habilidades necesarias de equilibrio, postura y seguridad sobre un caballo.

La equinoterapia puede abarcar 4 ámbitos diferentes dependiendo de las necesidades del que la practica: el deporte, la pedagogía, la rehabilitación física y la psicología.

El caballo es un medio inmejorable. 

La esfera médica juega un papel dominante en la hipoterapia, ya que la equitación se emplea como fisioterapia, especialmente recomendada para pacientes con disfunciones neuromotoras de origen neurobiológico, traumático o degenerativo. 

En el ámbito de la monta terapéutica, la psicología y la pedagogía adquieren mayor relevancia, ya que, además de su función fisioterapéutica, la equitación aborda disfunciones psicomotoras, sensomotoras y sociomotoras, actuando también como una forma de psicoterapia.

¿Qué hace especial a la equinoterapia?

El Caballo

Debido a sus características morfológicas, su manera de desplazarse y sus atributos sensoriales perceptivos, el caballo constituye una fuente interminable de estímulos que benefician la coordinación motora, el equilibrio y el desarrollo de respuestas autónomas. El caballo posibilita una conexión más profunda y directa con las personas. La relación que establece con el jinete promueve estímulos afectivos, la conexión con el propio cuerpo y facilita el proceso de socialización.

Transmisión del calor corporal

La temperatura corporal del caballo alcanza los 38 ºC, un atributo que se utiliza como fuente de calor para relajar músculos y ligamentos, y estimular la sensopercepción táctil. El efecto de relajación y elongación de los aductores conduce a la liberación del cinturón pélvico, otorgándole mayor flexibilidad y elasticidad. Esto, a su vez, permite que recupere su posición vertical correcta y su capacidad funcional para adaptarse al movimiento del lomo del caballo.

Impulsos rítmicos del caballo al jinete

Mediante el movimiento de su lomo, el caballo transmite impulsos rítmicos al cinturón pélvico, la columna vertebral y las extremidades inferiores del jinete. La respuesta dinámica del jinete a estos impulsos físicos implica una coordinación fina del tronco y la cabeza. Esto logra la estabilización dinámica de estas partes, estableciendo así la base para la ejecución de la marcha independiente.